Ya han abierto los colegios electorales. Los ciudadanos comienzan a ejercer su derecho al voto, a decidir sobre su futuro.
En este caso no se trata de elecciones locales, ni se eligen los miembros del parlamento, ni tampoco al presidente del gobierno (primer ministro o presidente de la república en sus diversas denominaciones).
Desde hace unas horas los ciudadanos británicos están decidiendo su futuro, y en buena medida el de todos nosotros, en un referendum organizado para decidir a cerca de su continuidad o no dentro de la Unión Europea. Permanencia -dicho sea de paso- muy a su manera, porque conocido es el curioso régimen de adhesión que poseen los británicos, al mantener su propia moneda, su particular política de atención sanitaria, de inmigración... y que hasta continúan ¡conduciendo por la izquierda!
Decisión esta que, como deciamos antes, nos interesa a todos, ya que sea cual sea el resultado de la votación, como dijo ayer mismo el propio Cameron "la medida no tendrá vuelta atrás".
Tal vez muchos de nosotros tengamos una opinión formada sobre qué resultado sería el más favorable para nuestro país y/o para el conjunto de la Unión Europea, otros tendrán dudas al respecto y no sabrán muy bien si decantarse por una u otra opción y algunos (bastantes o tal vez muchos, me temo) ni siquiera sabrán de lo que estamos hablando. Pero pese a la importancia del asunto en cuestión y a que la decisión que finalmente se adopte nosbeneficia/perjudica interesa a todos los europeos, tan solo los ciudadanos británicos son los llamados a las urnas. Los demás podemos opinar lo que nos plazca (con mayor o menor conocimiento de causa, que eso ya es otra historia), pero únicamente ellos decidirán sobre su futuro inmediato.
Ciudadanos de tres naciones (Inglaterra, Gales y Escocia) decidiendo de manera soberana sobre su futuro. Lo aceptamos con normalidad, como algo que ocurre naturalmente. Y es que no puede ser de otra manera. ¡Si hasta tienen distintas selecciones deportivas cada uno de ellos! En cambio aquí muchos se rasgan las vestiduras cuando se pretende opinar sobre las distintas nacionalidades.
Tal vez muchos de nosotros tengamos una opinión formada sobre qué resultado sería el más favorable para nuestro país y/o para el conjunto de la Unión Europea, otros tendrán dudas al respecto y no sabrán muy bien si decantarse por una u otra opción y algunos (bastantes o tal vez muchos, me temo) ni siquiera sabrán de lo que estamos hablando. Pero pese a la importancia del asunto en cuestión y a que la decisión que finalmente se adopte nos
Ciudadanos de tres naciones (Inglaterra, Gales y Escocia) decidiendo de manera soberana sobre su futuro. Lo aceptamos con normalidad, como algo que ocurre naturalmente. Y es que no puede ser de otra manera. ¡Si hasta tienen distintas selecciones deportivas cada uno de ellos! En cambio aquí muchos se rasgan las vestiduras cuando se pretende opinar sobre las distintas nacionalidades.
Además y por si alguien no había caído todavía en el detalle, el referendum se celebra hoy, día 23, y jueves para más señas. Y sin ningún tipo de jornada de reflexión previa. Ayer mismo todavía se celebraban mítines en los que personalidades de diferentes ámbitos (políticos, artistas, intelectuales, deportistas...) manifestaban su opinión pública y abiertamente.
Nosotros también tenemos una cita con las urnas esta semana. Pero aquí hacemos las cosas a nuestra manera, que para algo somos españoles. Será el próximo domingo, para no interferir en la jornada laboral; con jornada de reflexión, el sábado, en la que está terminantemente prohibida la propaganda electoral. Incluso se prohibe publicar los resultados de encuestas electorales los últimos seis días. No vaya a ser que algo de esto pueda influir en nuestro voto. Pero de eso y de algún que otro mamporrero "motorizado" ya hablaremos mañana.
Una vez más queda patente la existencia de distintas formas de actuar (no entraremos a valorar si mejores o peores) ante una misma -o parecida- situación, y matices diferentes que configuran nuestros particulares sistemas democráticos.
Sabido es que no se ven igual las cosas en casa propia que en la del vecino. Pero por todo ello y también pese a todo ello, tanto si finalmente se produce el llamado "brexit" como si no, ¡cuánto tenemos que aprender de nuestros vecinos británicos!
Los hijos de la gran bretaña siempre dando la nota
ResponderEliminarPues parece que hay brexit.
ResponderEliminar52% a favor de la salida; 48% por la permanencia.
Lo que decía ayer. Siempre dando la nota y desafinando.
ResponderEliminarUf. ¿Y ahora que?
ResponderEliminarCreo que no lo saben ni ellos.
Ni ellos ni nosotros ni nadie. Creo que todos pensaban que era más una amenaza que otra cosa y no iban en serio, pero ahora... Menudo berenjenal se avecina.
ResponderEliminarUn zasca en toda la boca a la merkel y sus amigotes. O mucho me equivoco o esto es el principio del fin de la unión.
ResponderEliminarMe esperare a la pelicula
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