Título original: Onna no inai otokotachi
Traducción del japonés de Gabriel Álvarez Martínez
Novela.
Editorial Tusquets. Colección Andanzas
1ª edición: marzo de 2015
267 páginas.
BIOGRAFÍA
Haruki Murakami (Kioto, 1949) estudió literatura en la Universidad de Waseda y regentó durante varios años un club de jazz.
Es, en la actualidad, el autor japonés más prestigioso y reconocido en todo el mundo, merecedor de premios como en Noma, el Tanizaki, el Yomiuri, el Franz Kafka o el Jerusalem Prize. En España ha recibido el Premio Arcebispo Juan de San Clemente (concedido por estudiantes gallegos), así como la Orden de las Artes y las Letras del Gobierno español, y el Premi Internacional Catalunya 2011.
La ficción a menudo surrealista de Murakami se enfoca en conceptos como la alienación y la soledad. Es considerado una figura importante en la literatura posmoderna y está considerado como uno de los mayores novelistas de la actualidad.
En varias ocasiones ha aparecido como favorito al Premio Nobel de Literatura (sobre todo en 2013), pero, por el momento, es este uno de los pocos galardones que se le resisten.
Su primera obra publicada fue Oye cantar al viento (1979), pero su primer gran éxito vino de la mano de Tokio blues (1987). Posteriormente aparecieron Baila, baila, baila (1988), Al sur de la frontera, al oeste del sol (1992), Crónica del pájaro que da cuerda al mundo (1995), Sputnik, mi amor (1999), Kafka en la orilla (2002), After Dark (2004), 1Q84 (2009) y Los años de peregrinación del chico sin color (2013).
También ha publicado ensayos, entre los que cabe destacar De qué hablo cuando hablo de correr (2007) y La biblioteca secreta (1990), su única incursión, hasta el momento, en la literatura juvenil.
Es, en la actualidad, el autor japonés más prestigioso y reconocido en todo el mundo, merecedor de premios como en Noma, el Tanizaki, el Yomiuri, el Franz Kafka o el Jerusalem Prize. En España ha recibido el Premio Arcebispo Juan de San Clemente (concedido por estudiantes gallegos), así como la Orden de las Artes y las Letras del Gobierno español, y el Premi Internacional Catalunya 2011.
La ficción a menudo surrealista de Murakami se enfoca en conceptos como la alienación y la soledad. Es considerado una figura importante en la literatura posmoderna y está considerado como uno de los mayores novelistas de la actualidad.
En varias ocasiones ha aparecido como favorito al Premio Nobel de Literatura (sobre todo en 2013), pero, por el momento, es este uno de los pocos galardones que se le resisten.
Su primera obra publicada fue Oye cantar al viento (1979), pero su primer gran éxito vino de la mano de Tokio blues (1987). Posteriormente aparecieron Baila, baila, baila (1988), Al sur de la frontera, al oeste del sol (1992), Crónica del pájaro que da cuerda al mundo (1995), Sputnik, mi amor (1999), Kafka en la orilla (2002), After Dark (2004), 1Q84 (2009) y Los años de peregrinación del chico sin color (2013).
También ha publicado ensayos, entre los que cabe destacar De qué hablo cuando hablo de correr (2007) y La biblioteca secreta (1990), su única incursión, hasta el momento, en la literatura juvenil.
SINOPSIS
En esta ocasión Haruki Murakami ofrece a los lectores siete relatos en torno al aislamiento y la soledad que precede o sigue a la relación amorosa: hombres que han perdido a una mujer, o cuya relación ha estado marcada por el desencuentro, asisten inermes al regreso de los fantasmas del pasado, viven el enamoramiento como una enfermedad letal, son incapaces de establecer una comunicación plena con la pareja, o ven extrañamente interrumpida su historia de amor. Otros experimentan atormentados amores no correspondidos o, incluso, desconocen todavía los mecanismos del afecto y del sexo.
Sin embargo, las verdaderas protagonistas de estos relatos -llenos de guiños a los Beatles, el jazz, Kafka, Las mil y una noches o, en el caso del título, Hemingway-, son ellas, las mujeres, que, misteriosas, irrumpen en la vida de los hombres para desaparecer, dejando una huella imborrable en la vida de aquellos que las han amado, o de los que, al menos, intentaron amarlas.
COMENTARIO
Murakami. Siempre Murakami.
Hacía tiempo que no leía nada del maestro japonés y ya tocaba hacerlo, a la espera de su próximo libro que parece que publicará en breve.
En esta ocasión se trata de un libro diferente a lo que hasta ahora había leído de este autor, ya que está compuesto por varios relatos. Siete historias más bien breves -de entre 30 a 40 páginas-, independientes entre sí, aunque con una temática común.
En todas ellas se habla de las relaciones entre hombres y mujeres en el plano amoroso, íntimo y afectivo. En unos casos la soledad (elegida o forzada) será el desencadenante que hará aflorar los recuerdos; en otro el desamor y el abandono llevarán a un hombre, adulto y profesional de éxito, a un autodestructivo final difícil de imaginar; relaciones de una noche que en ocasiones marcan toda una vida; llamadas telefónicas que interrumpen el sueño y la vida de quien las recibe.
Algunos de los relatos son autoconclusivos; otro no tanto. Pero en todos ellos Murakami nos deja con ganas de saber más de los personajes y de sus vidas, de cómo se desarrollan los acontecimientos posteriores y cómo continúan sus relaciones. Al terminar su lectura nos invade el deseo de que tal vez el autor los retome en algún momento y nos regale unos cuantos cientos de páginas más de cada uno de ellos.
"La vida es curiosa, ¿no crees? A veces, cuando observamos las cosas al cabo de un tiempo o desde una perspectiva un poco diferente, algo que creíamos absurdamente esplendoroso y absoluto, algo por lo que renunciaríamos a todo para conseguirlo, se vuelve sorprendentemente desvaído. Y entonces te preguntas qué demonios verán tus ojos". Sherezade. Pág. 170.
Entre los relatos destacaría el que abre el libro "Drive my car", una historia en la que un hombre maduro cuenta a su joven empleada su historia personal con una antigua amante. En él aparecen, uno por uno, todos los elementos característicos de la literatura del autor: los automóviles, la música, los gatos, el sexo... mezclados en su justa medida. Y el sentimiento de pérdida sobrevolando todo el relato.
Pero el que más me ha gustado -por su rareza, por su surrealismo, por sus gotas de humor negro dentro de la gran tragedia que vive el personaje, o quizás por todo ello- es el titulado "Samsa enamorado". Una historia curiosa que comienza así: "Cuando despertó, descubrió que se había metamorfoseado en Gregor Samsa". Una vuelta del revés a la inmortal historia de Kafka. Aquí es un insecto el que se convierte en hombre, encontrándose totalmente perdido, como es lógico, dentro de una casa, en una ciudad, en un mundo del que lo desconoce absolutamente todo: la comida, la ropa, la propia forma de andar, la guerra... y, por supuesto, las mujeres.
"Se produjo una extraña duplicidad temporal, como si lo que estaba experimentando en el presente fuese el pasado visto desde el futuro. Como si las vivencias y los recuerdos circulasen en un ir y venir por un ciclo cerrado". Samsa enamorado. Pág. 227.
La tristeza, la soledad y la ausencia sobrevuelan cada uno de los relatos. El sentimiento de pérdida y la añoranza de tiempos pasados que no solamente fueron mejores que el presente sino que merecerían haber sido los únicos en existir, está muy presente en todo el libro.
En definitiva: nos encontramos en este libro, una vez más, ante la literatura de sentimientos y sensaciones a la que Murakami nos tiene acostumbrados. Con ese estilo suyo tan característico que nos hace desear volver a leerle una y otra vez.
Murakami. Siempre Murakami.
Hacía tiempo que no leía nada del maestro japonés y ya tocaba hacerlo, a la espera de su próximo libro que parece que publicará en breve.
En esta ocasión se trata de un libro diferente a lo que hasta ahora había leído de este autor, ya que está compuesto por varios relatos. Siete historias más bien breves -de entre 30 a 40 páginas-, independientes entre sí, aunque con una temática común.
En todas ellas se habla de las relaciones entre hombres y mujeres en el plano amoroso, íntimo y afectivo. En unos casos la soledad (elegida o forzada) será el desencadenante que hará aflorar los recuerdos; en otro el desamor y el abandono llevarán a un hombre, adulto y profesional de éxito, a un autodestructivo final difícil de imaginar; relaciones de una noche que en ocasiones marcan toda una vida; llamadas telefónicas que interrumpen el sueño y la vida de quien las recibe.
Algunos de los relatos son autoconclusivos; otro no tanto. Pero en todos ellos Murakami nos deja con ganas de saber más de los personajes y de sus vidas, de cómo se desarrollan los acontecimientos posteriores y cómo continúan sus relaciones. Al terminar su lectura nos invade el deseo de que tal vez el autor los retome en algún momento y nos regale unos cuantos cientos de páginas más de cada uno de ellos.
"La vida es curiosa, ¿no crees? A veces, cuando observamos las cosas al cabo de un tiempo o desde una perspectiva un poco diferente, algo que creíamos absurdamente esplendoroso y absoluto, algo por lo que renunciaríamos a todo para conseguirlo, se vuelve sorprendentemente desvaído. Y entonces te preguntas qué demonios verán tus ojos". Sherezade. Pág. 170.
Entre los relatos destacaría el que abre el libro "Drive my car", una historia en la que un hombre maduro cuenta a su joven empleada su historia personal con una antigua amante. En él aparecen, uno por uno, todos los elementos característicos de la literatura del autor: los automóviles, la música, los gatos, el sexo... mezclados en su justa medida. Y el sentimiento de pérdida sobrevolando todo el relato.
Pero el que más me ha gustado -por su rareza, por su surrealismo, por sus gotas de humor negro dentro de la gran tragedia que vive el personaje, o quizás por todo ello- es el titulado "Samsa enamorado". Una historia curiosa que comienza así: "Cuando despertó, descubrió que se había metamorfoseado en Gregor Samsa". Una vuelta del revés a la inmortal historia de Kafka. Aquí es un insecto el que se convierte en hombre, encontrándose totalmente perdido, como es lógico, dentro de una casa, en una ciudad, en un mundo del que lo desconoce absolutamente todo: la comida, la ropa, la propia forma de andar, la guerra... y, por supuesto, las mujeres.
"Se produjo una extraña duplicidad temporal, como si lo que estaba experimentando en el presente fuese el pasado visto desde el futuro. Como si las vivencias y los recuerdos circulasen en un ir y venir por un ciclo cerrado". Samsa enamorado. Pág. 227.
La tristeza, la soledad y la ausencia sobrevuelan cada uno de los relatos. El sentimiento de pérdida y la añoranza de tiempos pasados que no solamente fueron mejores que el presente sino que merecerían haber sido los únicos en existir, está muy presente en todo el libro.
En definitiva: nos encontramos en este libro, una vez más, ante la literatura de sentimientos y sensaciones a la que Murakami nos tiene acostumbrados. Con ese estilo suyo tan característico que nos hace desear volver a leerle una y otra vez.
Murakami. Siempre Murakami.
Yo no he congeniado con este autor en dos novelas que he leído de él, este al ser relatos, sería una buena fórmula para volver a intentarlo.
ResponderEliminarUn beso
Vaya. Me sorprende lo que dices. Pensaba que te gustaría Murakami.
EliminarDe todos modos es cierto lo que dices: creo que es una buena ocasión para intentarlo.
1b7, Inés.
Pues no conocía yo este libro pero me haré con él en cuanto pueda.
ResponderEliminarGracias compañero.
Fantástico, compañero. Espero que te guste.
EliminarSaludos.
1. No conocia al autor (cosa no extraña si tenemos en cuenta mi ignorancia literaria).
ResponderEliminar2. Ahora lo voy a conocer.
3. Gracias amigo.
FIN
Cuanto honor verte por aquí, amigo.
EliminarSi tienes ocasión hazte con cualquiera de sus libros (este es una buena opción para empezar). Creo que te gustará.
Hasta pronto, Mario. Y gracias por la visita y el comentario.
Todo lo que he leído del autor me ha encantado, así que este también lo pongo en lista. Aunque que sena relatos me frena más.
ResponderEliminarUn beso ;)
Si te gusta Murakami adelante con el libro. Y a disfrutarlo.
Eliminar1b7, Natàlia.