jueves, 9 de febrero de 2017

"Hombres sin mujeres"

Autor: Haruki Murakami


Título original: Onna no inai otokotachi
Traducción del japonés de Gabriel Álvarez Martínez

Novela.   
Editorial Tusquets. Colección Andanzas
1ª edición: marzo de 2015
267 páginas.





BIOGRAFÍA

Haruki Murakami (Kioto, 1949) estudió literatura en la Universidad de Waseda y regentó durante varios años un club de jazz. 

Es, en la actualidad, el autor japonés más prestigioso y reconocido en todo el mundo, merecedor de premios como en Noma, el Tanizaki, el Yomiuri, el Franz Kafka o el Jerusalem Prize. En España ha recibido el Premio Arcebispo Juan de San Clemente (concedido por estudiantes gallegos), así como la Orden de las Artes y las Letras del Gobierno español, y el Premi Internacional Catalunya 2011.





La ficción a menudo surrealista de Murakami se enfoca en conceptos como la alienación y la soledad. Es considerado una figura importante en la literatura posmoderna y está considerado como uno de los mayores novelistas de la actualidad.

En varias ocasiones ha aparecido como favorito al Premio Nobel de Literatura (sobre todo en 2013), pero, por el momento, es este uno de los pocos galardones que se le resisten.

Su primera obra publicada fue Oye cantar al viento (1979), pero su primer gran éxito vino de la mano de Tokio blues (1987). Posteriormente aparecieron Baila, baila, baila (1988), Al sur de la frontera, al oeste del sol (1992), Crónica del pájaro que da cuerda al mundo (1995), Sputnik, mi amor (1999), Kafka en la orilla (2002), After Dark (2004), 1Q84 (2009) y Los años de peregrinación del chico sin color (2013).

También ha publicado ensayos, entre los que cabe destacar De qué hablo cuando hablo de correr (2007) y La biblioteca secreta (1990), su única incursión, hasta el momento, en la literatura juvenil.





SINOPSIS


En esta ocasión Haruki Murakami ofrece a los lectores siete relatos en torno al aislamiento y la soledad que precede o sigue a la relación amorosa: hombres que han perdido a una mujer, o cuya relación ha estado marcada por el desencuentro, asisten inermes al regreso de los fantasmas del pasado, viven el enamoramiento como una enfermedad letal, son incapaces de establecer una comunicación plena con la pareja, o ven extrañamente interrumpida su historia de amor. Otros experimentan atormentados amores no correspondidos o, incluso, desconocen todavía los mecanismos del afecto y del sexo. 

Sin embargo, las verdaderas protagonistas de estos relatos -llenos de guiños a los Beatles, el jazz, Kafka, Las mil y una noches o, en el caso del título, Hemingway-, son ellas, las mujeres, que, misteriosas, irrumpen en la vida de los hombres para desaparecer, dejando una huella imborrable en la vida de aquellos que las han amado, o de los que, al menos, intentaron amarlas.





COMENTARIO

Murakami. Siempre Murakami.

Hacía tiempo que no leía nada del maestro japonés y ya tocaba hacerlo, a la espera de su próximo libro que parece que publicará en breve.

En esta ocasión se trata de un libro diferente a lo que hasta ahora había leído de este autor, ya que está compuesto por varios relatos. Siete historias más bien breves -de entre 30 a 40 páginas-, independientes entre sí, aunque con una temática común.

En todas ellas se habla de las relaciones entre hombres y mujeres en el plano amoroso, íntimo y afectivo. En unos casos la soledad (elegida o forzada) será el desencadenante que hará aflorar los recuerdos; en otro el desamor y el abandono llevarán a un hombre, adulto y profesional de éxito, a un autodestructivo final difícil de imaginar; relaciones de una noche que en ocasiones marcan toda una vida; llamadas telefónicas que interrumpen el sueño y la vida de quien las recibe.


Algunos de los relatos son autoconclusivos; otro no tanto. Pero en todos ellos Murakami nos deja con ganas de saber más de los personajes y de sus vidas, de cómo se desarrollan los acontecimientos posteriores y cómo continúan sus relaciones. Al terminar su lectura nos invade el deseo de que tal vez el autor los retome en algún momento y nos regale unos cuantos cientos de páginas más de cada uno de ellos.



"La vida es curiosa, ¿no crees? A veces, cuando observamos las cosas al cabo de un tiempo o desde una perspectiva un poco diferente, algo que creíamos absurdamente esplendoroso y absoluto, algo por lo que renunciaríamos a todo para conseguirlo, se vuelve sorprendentemente desvaído. Y entonces te preguntas qué demonios verán tus ojos". Sherezade.  Pág. 170.


Entre los relatos destacaría el que abre el libro "Drive my car", una historia en la que un hombre maduro cuenta a su joven empleada su historia personal con una antigua amante. En él aparecen, uno por uno, todos los elementos característicos de la literatura del autor: los automóviles, la música, los gatos, el sexo... mezclados en su justa medida. Y el sentimiento de pérdida sobrevolando todo el relato.

Pero el que más me ha gustado -por su rareza, por su surrealismo, por sus gotas de humor negro dentro de la gran tragedia que vive el personaje, o quizás por todo ello- es el titulado "Samsa enamorado". Una historia curiosa que comienza así: "Cuando despertó, descubrió que se había metamorfoseado en Gregor Samsa". Una vuelta del revés a la inmortal historia de Kafka. Aquí es un insecto el que se convierte en hombre, encontrándose totalmente perdido, como es lógico, dentro de una casa, en una ciudad, en un mundo del que lo desconoce absolutamente todo: la comida, la ropa, la propia forma de andar, la guerra... y, por supuesto, las mujeres.



"Se produjo una extraña duplicidad temporal, como si lo que estaba experimentando en el presente fuese el pasado visto desde el futuro. Como si las vivencias y los recuerdos circulasen en un ir y venir por un ciclo cerrado". Samsa enamorado. Pág. 227.


La tristeza, la soledad y la ausencia sobrevuelan cada uno de los relatos. El sentimiento de pérdida y la añoranza de tiempos pasados que no solamente fueron mejores que el presente sino que merecerían haber sido los únicos en existir, está muy presente en todo el libro.

En definitiva: nos encontramos en este libro, una vez más, ante la literatura de sentimientos y sensaciones a la que Murakami nos tiene acostumbrados. Con ese estilo suyo tan característico que nos hace desear volver a leerle una y otra vez.

Murakami. Siempre Murakami.









lunes, 6 de febrero de 2017

Política y alcohol


   Así que ahora se confirma que no fue el estrés, ni la depresión, ni el supuesto acoso de "algunos" medios de comunicación lo que acabó con su vida, sino que la única causante fue ella misma tras muchos años empinando el codo.

   Fallo multiorgánico como consecuencia de un proceso degenerativo caracterizado por la fibrosis progresiva del hígado, con destrucción de su estructura y de la de otros órganos vitales. Vamos, lo que viene siendo una cirrosis hepática de toda la vida.

   Su afición por la bebida era pública y notoria. Incluso en los últimos tiempos llegó a protagonizar unas cuantas actuaciones lamentablemente vergonzosas en algunos actos públicos en los que era evidente que se encontraba algo perjudicada (por decirlo suavemente) sumida en los vapores etílicos.

   Si fue o no una corrupta, desgraciadamente, ya nunca se llegará a juzgar. Si era quien organizaba las trampas en la financiación de su partido, lamentablemente, tampoco se aclarará nunca. Pero lo que ha quedado demostrado y que ya nadie podrá negar es que durante muchos años una persona con evidentes problemas con el alcohol (cosa que sus "amigos" sabían, conocían y aceptaban) fue la máxima responsable provincial de su partido y uno de sus referentes a nivel nacional. Allá ellos con su (poca) conciencia.

   El otro día todavía le entregaban un premio, y allí estaba el presidente del gobierno, loando su figura y reconociendo que la echaba mucho de menos.

   Ese sería su problema, de ellos y de su partido. Pero lo malo es que durante mucho, muchísimo tiempo, permitieron, apoyaron y celebraron que una persona con semejantes problemas fuera la alcaldesa de mi ciudad. Y eso si que nunca se lo perdonaré, ni a ella ni a sus "populares amigos".