viernes, 8 de agosto de 2014

Prensa de agosto



 Quienes tengan la sana costumbre de leer diariamente la prensa habrán podido comprobar que hoy, día 7 de agosto, se da un hecho curioso. En la edición digital de un periódico de tirada nacional (uno con acento, aunque por aquello de la publicidad no diré el nombre) se produce una de esas casualidades que a menudo nos llevan a reflexionar.

La primera noticia que aparece destacada en la portada es la de la repatriación del religioso español infectado de ébola (a falta de más pruebas parece que la otra religiosa no está contagiada) que acaba de llegar esta mañana para ser tratado aquí de la enfermedad.




Curioso país el nuestro. Ni siquiera en un caso así nos podemos poner de acuerdo, y no han tardado en aparecer algunas voces discordantes, quienes se preguntan por qué tenemos que pagar entre todos el enorme gasto que supone fletar un avión medicalizado y en situación de asepsia total, si al fin y al cabo él ya sabía a lo que se exponía al irse a África; que nadie le había obligado a ir; que cabía la posibilidad de contagiarse y que por lo tanto, debería él mismo (más bien la iglesia a la que pertenece) apechugar con las consecuencias. Y con los gastos.

También hay quien opina que, "hombre, lo de la repatriación está muy bien. Al fin y al cabo para eso somos un país civilizado, que pagamos impuestos para poder recibir servicios…, ¡pero lo de cerrar un hospital solo para dos personas! ¡Y cancelar las consultas programadas para hoy!" Total, por haber peligro de contagio masivo de una enfermedad mortal. Vamos, una tontería. (Esto último lo añado yo).


Bien. Pues en ese mismo periódico, justo al lado de esta noticia (al lado derecho, por supuesto) aparece la fotografía del ex-molt honorable a las puertas de su “casita” de los Pirineos. Desaparecido de todo y de todos desde que realizó su confesión de delincuente fiscal durante varias décadas, lo acaban de fotografiar en su casa familiar de Queralbs (Girona) cuando salía a dar un paseo y a tomarse un café en el bar del pueblo, como suele hacer siempre cuando está allí.




 Y digo yo. Si este personaje hubiera contribuido al erario público como hace o debe hacer todo hijo de vecino, tal vez hubiera habido lo suficiente, entre otras cosas, como para construir un hospital en el que poder hacer frente a este tipo de situaciones. O al menos para una Unidad que estuviera lo suficientemente aislada como para no tener que desalojar a nadie del hospital donde le están atendiendo.

Demagogia, dirá alguien. Ya lo sé. Seguramente esas montañas de euros no ingresadas habrían ido a parar a cualquier otro destino (más o menos opaco), nos encontraríamos en la misma situación y no existiría un hospital de las características del que necesitamos en este momento.


Una vez dicho todo lo anterior y visto que por el arte de las casualidades estas dos noticias se han unido hoy de alguna manera, propongo que se mantenga esa relación. Y se me ha ocurrido una forma de hacerlo. Que el defraudador se ofrezca a pagar. Que colabore, en todo o en parte, y corra con los gastos del transporte del religioso. Tal vez así conseguiría lavar un poco su imagen, contribuyendo en lo que no ha hecho en los últimos treinta y tantos años. Eso sí que sería un detalle, y no el de renunciar a unos privilegios que, como ahora ha quedado patente, hace muchos años que no merecía disfrutar.


Pero todo ello con independencia de las consecuencias jurídicas y fiscales que merezcan los hechos por él mismo reconocidos. Que se hagan efectivas en la hacienda pública las cantidades no ingresadas en su momento. Que pague la multa que le corresponda. Con los recargos correspondientes. Y que apechugue con las consecuencias que, esperemos, le vendrán encima por ocultarnos a todos los españoles un montón de billetes de 500 euros.

Y sin indultos. Que esa es otra...


4 comentarios:

  1. Así es!! Pero esto nos lleva a lo mismo q yo he dicho, q triste pertenecer a este pais cada vez más inhumano.

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    1. Me alegra que estemos de acuerdo y que (aunque no lo parezca) cada vez seamos más. Solo así podremos conseguir que cambien las cosas, las actitudes y las políticas.

      Gracias por visitar el blog y por dejar tu comentario.
      Hasta pronto.

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  2. Ha muerto.
    El viaje no sirvió para nada. He visto hace un rato que murió esta mañana.

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