Quienes tengan la sana costumbre
de leer diariamente la prensa habrán podido comprobar que hoy, día 7 de agosto,
se da un hecho curioso. En la edición digital de un periódico de tirada
nacional (uno con acento, aunque por aquello de la publicidad no diré el
nombre) se produce una de esas casualidades que a menudo nos llevan a reflexionar.
La primera noticia que aparece
destacada en la portada es la de la repatriación del religioso español infectado
de ébola (a falta de más pruebas parece que la otra religiosa no está
contagiada) que acaba de llegar esta mañana para ser tratado aquí de la
enfermedad.
Curioso país el nuestro. Ni siquiera en un caso así nos podemos poner de acuerdo, y no han tardado en aparecer algunas voces
discordantes, quienes se preguntan por qué tenemos que pagar entre todos el
enorme gasto que supone fletar un avión medicalizado y en situación de asepsia
total, si al fin y al cabo él ya sabía a lo que se exponía al irse a África;
que nadie le había obligado a ir; que cabía la posibilidad de contagiarse y que
por lo tanto, debería él mismo (más bien la iglesia a la que pertenece)
apechugar con las consecuencias. Y con los gastos.
También hay quien opina que, "hombre, lo de la repatriación está muy bien.
Al fin y al cabo para eso somos un país civilizado, que pagamos impuestos para
poder recibir servicios…, ¡pero lo de cerrar un hospital solo para dos personas!
¡Y cancelar las consultas programadas para hoy!" Total, por haber peligro de
contagio masivo de una enfermedad mortal. Vamos, una tontería. (Esto último lo
añado yo).
Bien. Pues en ese mismo
periódico, justo al lado de esta noticia (al lado derecho, por supuesto)
aparece la fotografía del ex-molt
honorable a las puertas de su “casita” de los Pirineos. Desaparecido de
todo y de todos desde que realizó su confesión de delincuente fiscal durante
varias décadas, lo acaban de fotografiar en su casa familiar de Queralbs
(Girona) cuando salía a dar un paseo y a tomarse un café en el bar del pueblo,
como suele hacer siempre cuando está allí.
Y digo yo. Si este personaje
hubiera contribuido al erario público como hace o debe hacer todo hijo de
vecino, tal vez hubiera habido lo suficiente, entre otras cosas, como para
construir un hospital en el que poder hacer frente a este tipo de situaciones. O
al menos para una Unidad que estuviera lo suficientemente aislada como para no
tener que desalojar a nadie del hospital donde le están atendiendo.
Demagogia, dirá alguien. Ya lo sé.
Seguramente esas montañas de euros no ingresadas habrían ido a parar a cualquier
otro destino (más o menos opaco), nos encontraríamos en la misma situación y no
existiría un hospital de las características del que necesitamos en este
momento.
Una vez dicho todo lo anterior y
visto que por el arte de las casualidades estas dos noticias se han unido hoy
de alguna manera, propongo que se mantenga esa relación. Y se me ha ocurrido una
forma de hacerlo. Que el defraudador se
ofrezca a pagar. Que colabore, en todo o en parte, y corra con los gastos
del transporte del religioso. Tal vez así conseguiría lavar un poco su imagen,
contribuyendo en lo que no ha hecho en los últimos treinta y tantos años. Eso
sí que sería un detalle, y no el de renunciar a unos privilegios que, como
ahora ha quedado patente, hace muchos años que no merecía disfrutar.
Pero todo ello con independencia
de las consecuencias jurídicas y fiscales que merezcan los hechos por él mismo
reconocidos. Que se hagan efectivas en la hacienda pública las cantidades no
ingresadas en su momento. Que pague la multa que le corresponda. Con los
recargos correspondientes. Y que apechugue con las consecuencias que,
esperemos, le vendrán encima por ocultarnos a todos los españoles un montón de
billetes de 500 euros.
Y sin indultos. Que esa es otra...
Así es!! Pero esto nos lleva a lo mismo q yo he dicho, q triste pertenecer a este pais cada vez más inhumano.
ResponderEliminarMe alegra que estemos de acuerdo y que (aunque no lo parezca) cada vez seamos más. Solo así podremos conseguir que cambien las cosas, las actitudes y las políticas.
EliminarGracias por visitar el blog y por dejar tu comentario.
Hasta pronto.
Ha muerto.
ResponderEliminarEl viaje no sirvió para nada. He visto hace un rato que murió esta mañana.
Así es.
EliminarSe hizo lo que se pudo.
q.e.p.d.