Si a alguien se le ocurriera hacer una lista de cosas extrañas, cosa ya bastante extraña de por sí, seguramente a cada uno de nosotros se nos ocurrirían unas cuantas candidatas. Pero una de las que sin duda aparecería en una posición destacada sería el paso del tiempo.
A menudo no somos conscientes de ello. Nos vemos a nosotros mismos como hace años, en un punto indeterminado en el que decidimos "plantarnos". Pero en determinadas ocasiones algún hecho concreto (contemplar fotos antiguas o echar un vistazo al DNI) nos hace tomar conciencia de lo que somos, que ya no es lo que fuimos y que cada vez se va pareciendo más a lo que seremos.
Por un lado está el día a día, en el que la monotonía nos hace vivir en un aparente "día de la marmota", en el que casi siempre, casi todo es casi igual. Los días se suceden incomprensiblemente, porque las horas no parecen tener fin.
En cambio las hojas del calendario van que vuelan, y las estaciones (y los años) se suceden a una velocidad de vértigo. Parece que fue el otro día que andábamos con abrigos, guantes y forros polares, y ya nos hemos plantado otra vez en el verano.
Total: que muchas veces el tiempo se estanca y las horas parecen interminables, pero la mayoría de las veces los días pasan volando y solo gracias a los fines de semana conseguimos situarnos. Porque de no ser por ellos, ¿qué diferencia habría entre un lunes y un viernes?
Y cuanto más lento parece ir todo es cuando está apunto de llegar algo importante. Ese acontecimiento tan deseado que cada vez está más cerca, que casi tocamos con la punta de los dedos, pero que parece no llegar nunca.
Pero indefectiblemente llega. Afortunadamente. Como todo.
Como llegan las vacaciones. Tiempo de descansar, de desconectar de las rutinas cotidianas, de olvidarse por un tiempo de los madrugones, de conocer lugares nuevos, de estar con la familia, de conocer, de vivir.
Las mías han llegado ya. Espero que las vuestras no tarden demasiado. Y ¡que las disfrutéis al máximo!
Buenas vacaciones para ti tambien.
ResponderEliminarLo mismo te deseo yo a ti Pedrito.
EliminarPor desgracia somos muchos los que llevamos tiempo de vacaciones forzosas. Ojala pudiera pasarme el verano trabaando. no me quejaria.
ResponderEliminarMe sumo a tu deseo, Sevillano. Ojalá muy pronto encuentres ese puesto de trabajo tan necesario, y que no sea tan solo por unos meses, sino que tenga continuidad en el tiempo.
EliminarMientras llega esa oportunidad te deseo que disfrutes lo máximo del verano andaluz.
Un saludo.