Autora: Dolores Redondo
Novela negra.
Ediciones Destino, S.A.
1ª edición: noviembre de 2014
3ª reimpresión: diciembre de 2014
546 páginas.
BIOGRAFÍA
Nacida en San Sebastián en 1969, Dolores Redondo estudió
Derecho y Restauración, y comenzó en la literatura escribiendo relatos
cortos y cuentos infantiles. En 2009 publicó su primera novela Los privilegios del ángel.
A principios de 2013 apareció El guardián invisible, primero de los libros que componen la Trilogía del Baztán. A finales de ese mismo año publicó Legado en los huesos y ya en 2014 Ofrenda a la tormenta, con el que concluía la serie. Desde su inicio la trilogía se ha convertido en todo un fenómeno de ventas, habiendo sido traducida a más de 15 idiomas y vendidos sus derechos para llevarla a la gran pantalla.
A principios de 2013 apareció El guardián invisible, primero de los libros que componen la Trilogía del Baztán. A finales de ese mismo año publicó Legado en los huesos y ya en 2014 Ofrenda a la tormenta, con el que concluía la serie. Desde su inicio la trilogía se ha convertido en todo un fenómeno de ventas, habiendo sido traducida a más de 15 idiomas y vendidos sus derechos para llevarla a la gran pantalla.
SINOPSIS
Ha pasado ya un mes desde que la inspectora de la Policía Foral recuperó a su hijo y pudo detener a Berasategui. Pero a pesar de que tanto la Guardia Civil como el juez Markina dan por muerta a Rosario, Amaia siente que no está libre de peligro, un desasosiego que solo Jonan comprende.
La muerte súbita de una niña en Elizondo resulta sospechosa: el bebé tiene unas marcas rojizas en el rostro que indican que ha habido presión digital, y además, su padre intenta llevarse el cadáver. La bisabuela de la pequeña sostiene que la tragedia es obra de "Inguma", el demonio que inmoviliza a los durmientes, se bebe su aliento y les arrebata la vida durante el sueño.
Pero serán los análisis forenses del doctor San Martín los que convencen a Amaia Salazar para investigar otras muertes de bebés, que pronto revelarán un rastro inaudito en el valle. Berasategui muere, entonces, inexplicablemente en su celda, lo que despliega una trepidante investigación que llevará a Amaia al auténtico origen de los sucesos que han asolado el valle de Baztán.
Y mientras, desde el bosque, una impresionante tormenta llega para sepultar la verdad más demoledora.
COMENTARIO
Tercer y último capítulo de la Trilogía del Baztán, y el que a mi más me ha gustado de los tres. Más de mil quinientas páginas de intriga, asesinatos, notas mitológicas, investigaciones policiales y pequeñas pinceladas del pasado de algunos de los protagonistas que van conformando lo que a la postre nos llevará a la conclusión de la historia.
Pese a tratarse de la continuación de la misma narración, con la que muchos nos hemos convertido en seguidores de la inspectora Salazar y en admiradores de los paisajes del valle del Baztán por los que transita la acción, he de decir que mi valoración ha mejorado con respecto a los dos libros anteriores. Si el primero me resultó algo repetitivo, con pasajes totalmente prescindibles y artificialmente extensos, y el segundo un poco más de lo mismo -con largas descripciones de aspectos poco importantes para la acción-, este tercero me ha parecido algo diferente. Y sin duda mucho mejor.
"...los lobos no comen ovejas porque sí; podrían comer conejos, zorros o ratas. Comen ovejas porque les gusta su carne, su miedo y sus balidos aterrados." Página 491.
No se si por voluntad propia o porque la historia y los personajes la han llevado por ese camino, pero lo cierto es que en esta ocasión la autora se centra más en la trama principal, dejando con ello de distraer al lector con personajes, situaciones y descripciones que poco tienen que aportar a la historia. Cierto es que en ocasiones aparece alguna pincelada discordante, pero que no afecta al desarrollo de la acción. Y eso se reconoce y se agradece.
Permanece, eso si, como uno de los personajes destacados a lo largo de toda la narración el clima siempre húmedo de la zona. Con días lluviosos o cuanto menos de cielo encapotado y amenazante que contribuye a enmarcar la acción en un ambiente triste, lúgubre y por momentos angustioso.
"El miedo no se va, no desaparece, solo se retira unos pasos atrás hasta un lugar húmedo y oscuro, y se queda ahí, esperando, reducido a poco más que un pequeño LED rojo que puedes ver aunque no quieras, aunque lo niegues, porque de otra forma no se puede vivir". Página 78.
Desde el punto de vista de los personajes y en cuanto al peso de cada uno de ellos en la trama general, me parece que la historia continua un tanto desequilibrada. Y es que algunos personajes resultan totalmente prescindibles en la trama y sin embargo van apareciendo y desapareciendo a lo largo de toda la narración; por contra echamos de menos a otros que sin duda enriquecerían la historia si gozaran de mayor presencia a lo largo de la trilogía.
Sería el caso de la tía Engrasi, entrañable y misteriosa a partes iguales. Personaje con múltiples aristas y que pese a sus numerosas apariciones a lo largo de los tres libros, esconde mucho más de lo que cuenta, y cuya vida daría por sí sola para un libro entero.
O del enigmático Dupree, el agente del FBI con el que Amaia mantiene una extraña relación telefónica -confiándose mutuamente secretos e inseguridades-, pero del que sabemos tan poco que en ocasiones llegamos a dudar si su existencia es real o tan solo se trata de una ensoñación más de la atormentada inspectora.
Por el contrario otros personajes (no daré más datos para no estropearle el final a quien no haya leído el libro) irrumpen en la acción con una brusquedad injustificada, en situaciones bastantes forzadas y poniendo en guardia al lector sobre los motivos de tanta precipitación. Esa sensación se verá confirmada al llegar al final del libro, con una conclusión que a mi me pareció precipitada, algo forzada y bastante previsible. Y es que después de tantas páginas leídas (y de tanto tiempo empleado en la lectura) llegamos a un final decepcionante, que no consigue sorprender al lector porque se intuye claramente desde bastantes páginas antes.
Como conclusión diré que la Trilogía del Baztán me ha resultado una lectura interesante, en la que sin duda queda patente la ardua labor de preparación e investigación llevaba a cabo por la autora en muy variados y diversos ámbitos, pero que tal vez se alarga en demasía perdiéndose por el camino en los espectaculares paisajes del valle.
Quizás dos libros hubieran sido suficientes (y unos cientos de páginas menos) para la historia que al final se nos cuenta. En muchas ocasiones menos es más, y creo que este es un buen ejemplo de ello.
Pese a tratarse de la continuación de la misma narración, con la que muchos nos hemos convertido en seguidores de la inspectora Salazar y en admiradores de los paisajes del valle del Baztán por los que transita la acción, he de decir que mi valoración ha mejorado con respecto a los dos libros anteriores. Si el primero me resultó algo repetitivo, con pasajes totalmente prescindibles y artificialmente extensos, y el segundo un poco más de lo mismo -con largas descripciones de aspectos poco importantes para la acción-, este tercero me ha parecido algo diferente. Y sin duda mucho mejor.
"...los lobos no comen ovejas porque sí; podrían comer conejos, zorros o ratas. Comen ovejas porque les gusta su carne, su miedo y sus balidos aterrados." Página 491.
No se si por voluntad propia o porque la historia y los personajes la han llevado por ese camino, pero lo cierto es que en esta ocasión la autora se centra más en la trama principal, dejando con ello de distraer al lector con personajes, situaciones y descripciones que poco tienen que aportar a la historia. Cierto es que en ocasiones aparece alguna pincelada discordante, pero que no afecta al desarrollo de la acción. Y eso se reconoce y se agradece.
Cáscaras de nuez |
Permanece, eso si, como uno de los personajes destacados a lo largo de toda la narración el clima siempre húmedo de la zona. Con días lluviosos o cuanto menos de cielo encapotado y amenazante que contribuye a enmarcar la acción en un ambiente triste, lúgubre y por momentos angustioso.
Infernuko Errota (el Molino del Infierno) |
"El miedo no se va, no desaparece, solo se retira unos pasos atrás hasta un lugar húmedo y oscuro, y se queda ahí, esperando, reducido a poco más que un pequeño LED rojo que puedes ver aunque no quieras, aunque lo niegues, porque de otra forma no se puede vivir". Página 78.
Desde el punto de vista de los personajes y en cuanto al peso de cada uno de ellos en la trama general, me parece que la historia continua un tanto desequilibrada. Y es que algunos personajes resultan totalmente prescindibles en la trama y sin embargo van apareciendo y desapareciendo a lo largo de toda la narración; por contra echamos de menos a otros que sin duda enriquecerían la historia si gozaran de mayor presencia a lo largo de la trilogía.
Sería el caso de la tía Engrasi, entrañable y misteriosa a partes iguales. Personaje con múltiples aristas y que pese a sus numerosas apariciones a lo largo de los tres libros, esconde mucho más de lo que cuenta, y cuya vida daría por sí sola para un libro entero.
O del enigmático Dupree, el agente del FBI con el que Amaia mantiene una extraña relación telefónica -confiándose mutuamente secretos e inseguridades-, pero del que sabemos tan poco que en ocasiones llegamos a dudar si su existencia es real o tan solo se trata de una ensoñación más de la atormentada inspectora.
Por el contrario otros personajes (no daré más datos para no estropearle el final a quien no haya leído el libro) irrumpen en la acción con una brusquedad injustificada, en situaciones bastantes forzadas y poniendo en guardia al lector sobre los motivos de tanta precipitación. Esa sensación se verá confirmada al llegar al final del libro, con una conclusión que a mi me pareció precipitada, algo forzada y bastante previsible. Y es que después de tantas páginas leídas (y de tanto tiempo empleado en la lectura) llegamos a un final decepcionante, que no consigue sorprender al lector porque se intuye claramente desde bastantes páginas antes.
Anguloa Uniflora |
Como conclusión diré que la Trilogía del Baztán me ha resultado una lectura interesante, en la que sin duda queda patente la ardua labor de preparación e investigación llevaba a cabo por la autora en muy variados y diversos ámbitos, pero que tal vez se alarga en demasía perdiéndose por el camino en los espectaculares paisajes del valle.
Quizás dos libros hubieran sido suficientes (y unos cientos de páginas menos) para la historia que al final se nos cuenta. En muchas ocasiones menos es más, y creo que este es un buen ejemplo de ello.
* Reseñas pendientes:
Voces de Chernóbil, de Svetlana Alexievich.
El balcón en invierno, de Luis Landero.
La tristeza del samurái, de Víctor del Árbol.
La mujer loca, de Juan José Millás.
Voces de Chernóbil, de Svetlana Alexievich.
El balcón en invierno, de Luis Landero.
La tristeza del samurái, de Víctor del Árbol.
La mujer loca, de Juan José Millás.
Una vez más coincidimos. A mi tambien fue este el que más me gustó de la saga aunque el final me dejó un poco así.
ResponderEliminarEl final es demasiado previsible, pero bueno... Para mi el mejor de los tres libros.
EliminarEste es el que menos me gustó, creo que porqué perdió el misticismo de los otros dos, cosa que a mí me gustaba mucho. Respecto a Dupree tengo mi teoría. El año pasado en VLC NEGRA Dolores comentó que su próximo libro sería diferente y en otro escenario y yo tengo la intuición que nos trasladaremos a EEUU, no sé, habrá que esperar.
ResponderEliminarBesos
Me gustaría que se cumpliera tu intuición. Creo que Dupree daría mucho juego como protagonista de su propia historia.
Eliminar1b7
No puedo opinar porque no lo he leído. Me quedé en el segundo y no creo que termine la serie.
ResponderEliminarok Ángel. En otra ocasión será.
EliminarSaludos.
A mi me gustó. El segundo me resultó un poco más flojo que el primero y con este volvió a subir el nivel aunque coincido que el final me decepcionó bastante.
ResponderEliminarCoincidimos bastante en cuanto a gustos y opiniones.
EliminarBesos.
No me atraen las sagas. En esta ocasión pasaré.
ResponderEliminarPerfecto Aramaca.
EliminarPara mi este es el peor de los tres por varias razones. La tensión en la historia es casi inexistente, le sobran momentos cursis que no vienen a cuento, la(s) trama(s) amorosa(s) no resulta creíble y el final es demasiado predecible.
ResponderEliminarNada que añadir a tu comentario. Una opinión bien argumentada.
EliminarSoy fan de Dolores y me encantan los tres libros. Están muy bien escritos y además ambientados en mi tierra no se puee pedir más.
ResponderEliminarBueno si. que continue la colección.
¡queremos leer más aventuras de Amaia!
Me alegro de que te hayan gustado tanto.
EliminarEn cuanto a lo de la continuación... en mi opinión creo que ya es suficiente con estos tres libros.
Lo reconozco. No lo he leído. Ninguno de los tres libros.
ResponderEliminarDebo de ser el único pero así es. Pero es que eso de que un libro no sea uno sino tres y que haya que leerse más de mil páginas para saber el final de la historia me tira un poco para atrás. Tal vez me lo plantee como lectura del verano. "ligerita"
Lectura ligerita, si. Sobre todo si te planteas leerlos los tres seguidos.
EliminarSaludos Fernando.
A mi me han gustado los tres libros. No sabría decir cual de ellos más que los otros. Me parece una trilogía estupenda.
ResponderEliminarY las portadas me parecen geniales. Todo un acierto de la editorial, o de la autora si es ella la responsable.
Eso si es cierto. Las portadas de los tres libros me parecen estupendas.
EliminarUn saludo Luispe.
Después de haber leído la trilogía porque el entorno donde ocurre me es muy familiar, literalmente, tengo sensaciones contrariadas. La historia engancha pero me queda coja, en el primer libro me sorprendió que a un norteamericano no le pareciera evidente la similitud de Basajaun con el Bigfoot. Que un yankee no conozca al Bigfoot es como si ningún paisano nuestro conozca a la chica de la curva, al hombre del saco o al Yeti del Himalaya. Pero hay que reconocer que Dolores Redondo ha sacado tres libros que han gustado y que han propiciado turismo por la hermosa zona de Baztan, Malerreka y Bortziri.
ResponderEliminarLo del éxito obtenido es incuestionable. En líneas generales está bien escrito y se ha sabido vender muy bien. Pero para mi le faltan (y le sobran) unas cuantas cosas para ser un libro -o tres en este caso- redondo.
EliminarGracias por tu comentario, Juli. Y bienvenida al blog.