
FICHA
Título: Los Litigantes
Título original: The litigators
Autor: John Grisham
Traducción de Fernando Gari
Puig
Editorial Plaza & Janes
Edición diciembre de 2013
496 páginas
BIOGRAFÍA
Nacido en Jonesboro, Arkansas (EEUU) el 8 de febrero de
1955, John Ray Grisham es un reconocido autor principalmente de thrillers
judiciales. Con anterioridad se dedicó profesionalmente a la abogacía y también
al mundo de la política.
En sus ya más de veinte años de carrera literaria,
publicando a un ritmo de prácticamente una novela al año, ha conseguido que
casi todas se conviertan en grandes éxitos de ventas, sean traducidas a multitud
de idiomas, y muchas de ellas llevadas a la gran pantalla.
De su extensa producción cabe destacar “La Tapadera” (1991), “El
informe Pelícano” (1992), “Causa justa” (1998), “El último jurado” (2004), o
“La trampa” (2009).
SINOPSIS
David Zinc es un joven abogado, licenciado en la
universidad de Harvard, que tras cinco años trabajando en una prestigiosa firma
de abogados siente que les ha entregado su alma, su tiempo y su vida entera sin
recibir nada a cambio. Únicamente dinero. Un dinero del que ni siquiera tiene
tiempo de poder disfrutar.
Un buen día, harto de su extenuante y aburrido trabajo en
la gran “fábrica de esclavos de Rogan Rothberg” como él mismo denomina al gran
bufete donde trabaja, decide huir y echarlo todo por la borda. Pasa el resto de
la jornada bebiendo hasta perder la consciencia, y despierta ante un pequeño
bufete de abogados (Finley & Figg) especializado en divorcios y pequeños
casos de lesiones, a quienes decide pedir trabajo.
Ahora que son tres abogados en la firma les llegará el
caso más importante de sus vidas, un caso con el que podrían ganar una fortuna,
pero para el que ninguno de ellos tiene ni la preparación ni la experiencia necesarias.
COMENTARIO
Los Litigantes es una de juicios.
Pero una de juicios a la americana. Con sus jurados, su
estrado, sus expertos (muchas veces comprados), sus “protesto, señoría”, y
todos los clichés que hemos visto una y mil veces en el cine. Porque además es
una novela tremendamente cinematográfica en la que cada capítulo bien podría
ser la escena de una película.
En ella se relata el proceso completo de un caso de
demanda contra una gran empresa farmacéutica. Nuevamente David contra Goliat.
El pequeño bufete, con tres abogados y sin ninguna experiencia en los
tribunales, contra la gran empresa, con un ejército de abogados, asesores,
ayudantes y todo el dinero que haga falta para liquidar el asunto.
Por otra parte también es la verdad contra la mentira,
pero en este caso con los papeles cambiados. La picardía frente a las en este
caso inocentes grandes compañías.
Aunque la verdad no va necesariamente unida a la bondad.
Porque aquí se desvela como los nuevos medicamentos se prueban en países del
tercer mundo, falseando muchas veces los resultados. Demostrarlo supone una
pequeña victoria: se gana una batalla pero se pierde la guerra.
Pero como la verdad siempre triunfa, nuestros héroes son
derrotados en un caso que ya tenían perdido de antemano, y se encuentran
arruinados, avergonzados, llenos de deudas y con un futuro nada prometedor.
Y continuando con la moralina y el “buenismo” que impregna
la historia, la vida siempre da una nueva oportunidad. Los buenos, a pesar de
todo, son los buenos y siempre deben triunfar. Por eso la novela termina con un
final feliz, con una historia bastante forzada, metida con calzador y resuelta
en unas pocas páginas.
En resumen: nos encontramos ante una novela entretenida,
sin más. Correctamente escrita, con pinceladas de humor (algunos diálogos son
realmente graciosos), con altas dosis de moralina y de crítica social (a partes
iguales) y muy cinematográfica. Tanto que seguramente a no mucho tardar la
veamos en la gran pantalla convertida en una película de éxito, en un nuevo
thriller jurídico con el inconfundible sello Grisham.