lunes, 26 de febrero de 2018

"Flor seca"


Autora: Graziella Moreno



Policíaca, Negra, Suspense.   
EDITORIAL ALREVÉS, S.L.
1ª edición: marzo de 2017
ISBN: 9788416328949
Tapa blanda
289 páginas.





BIOGRAFÍA

Graziella Moreno Graupera (Barcelona, 1965) es licenciada en Derecho por la Universidad de Barcelona. Trabaja en la Administración de Justicia desde 1991, y en 2002 ingresó en la carrera judicial. Tras pasar por diferentes destinos actualmente es juez en un juzgado penal de Barcelona.





Hasta el momento ha publicado tres libros: "Juegos de maldad" (2015) mención especial del jurado en el festival Cubelles Noir, "El bosque de los inocentes" (2016) y "Flor seca" (2017).



SINOPSIS

El descubrimiento del cadáver de una mujer cubierto con pétalos de lavanda y la cara destrozada por una brutal paliza será el detonante que sacará a la luz un caso de corrupción en el Cuerpo de Policía Nacional.

Sofía, la juez que deberá encargarse del caso, está cada vez más deseosa de dar un paso adelante en su vida profesional y personal, pero esta investigación junto a los Mossos d'Esquadra le inculcará muchas dudas, incluso sobre su amigo Rivas, el policía nacional al que se le encarga una misión muy especial a fin de averiguar quién mueve los hilos de la trama corrupta, y que lo llevará al límite.

Toda investigación conlleva dificultades, pero para Anna y Víctor, dos jóvenes mossos d'esquadra, esta será un particular rompecabezas difícil de resolver y no exento de peligros; cuando distintos cuerpos sospechan unos de otros, surgen muchos recelos.

Planeando sobre todos ellos, la sombra de los que se aprovechan de las debilidades humanas para conseguir dinero y poder. Nadie está a salvo, todo el mundo tiene un precio y este es, a menudo, demasiado alto.



COMENTARIO


Un cuerpo destrozado, una vida violentamente arrebatada, constituye el arranque de la historia. Asistimos a una investigación policial en la que se da la paradoja de que mucho antes incluso de tener siquiera la certeza de a quién pertenece el cuerpo de la mujer asesinada prácticamente todo el mundo da por hecho quién ha sido el asesino.

Todo apunta a una historia más, tristemente de permanente actualidad en nuestra sociedad actual. Un caso de violencia de género, un asesinato machista llevado a cabo en la intimidad del hogar familiar. Pero, además, perpetrado... por un policía.

Y esto es lo que lo hace, si cabe, más terrible todavía. Porque cuando "los buenos" se pasan al bando de "los malos" (y de eso hay bastante en este libro) constituye un duro golpe en la línea de flotación de nuestra sociedad, y cada vez queda menos lugar para la esperanza.
Policías sospechosos, policías detenidos. Unos por asesinato; otros que se corrompen, en ocasiones por minucias (unos cuantos billetes por un pequeño favor; unas entradas de fútbol o una botella de marca por mirar hacia otro lado...)

No son conscientes, pero ya han caído. Cuando se muerde el anzuelo que los malvados han lanzado, aunque solo sea una vez, ya nunca se podrá estar seguro de ser independientes. Se ha caído en sus redes. Una debilidad, una pequeña cantidad o algún lujo disfrazado de necesidad y ya no hay marcha atrás.


En este mundo de sobornos y palizas, de asesinos, cadáveres y autopsias, de delincuentes de tres al cuarto y mafiosos de alto postín es en el que se mueve la pareja de personajes protagonistas de la historia: Enda Rivas, un inspector de policía para el que el trabajo es su vida, sin atender ni al reloj ni al calendario. Y Sofía Valle, la juez que no quiere verse superada por esta vorágine y que antes de caer en ese abismo pretende dar un cambio a su situación laboral, para poder tener algo de vida más allá del trabajo.

Los acompañan en este viaje un nutrido grupo de personajes, todos ellos también aparentemente "normales" y perfectamente creíbles. Asensio, Suárez, Jaime Rodrigo, Romero. Los mossos Ana Milà y Vìctor. Daniel, Andrés Rincón, Lupe. Gloria, Inger Biehl. Darya y Emil (Puerto). Todos tienen su importancia a lo largo de la trama y algunos de ellos merecerían, por si mismos, poder independizarse de esta historia y contarnos la suya propia.


En apenas diez días se desarrolla toda la trama. Asistimos a la investigación de un asesinato desde la aparición del cadáver hasta que finalmente se resuelve el caso. Y en paralelo a otra investigación de "manzanas podridas" en el cuerpo de policía. La casualidad hará que ambos casos estén relacionados, y la habilidad de la autora los irá entrelazando de manera (aparentemente) sencilla pero magistral.


La casualidad une ambos casos, y la casualidad será el móvil para su resolución. (No daremos más explicaciones para no estropear el desenlace a quienes todavía no hayan leído el libro).

La ambición y los celos; la debilidad humana y la superioridad supuestamente "divina"; el amor y la fragilidad ante las tentaciones que nos rodean. En definitiva: la delgada línea que nos separa, a cada paso que damos, de mantenernos en donde debemos o caer fatalmente en el abismo.

 "Siempre hay una salida... Antes que venderse al diablo, lo que sea. Siempre hay un camino. El diablo lo llevamos dentro, dormido, encerrado en una prisión de la que esperamos que no pueda salir. Hecha de piedra maciza, de barrotes estrechos y de silencio. Pero a veces encuentra una grieta por la que colarse y entonces... Te va arañando el corazón, poco a poco, no tiene prisa. La verdad es que tiene todo el tiempo del mundo. Hasta que te hace una herida y entonces ya no hay nada que hacer porque no cicatriza nunca. De eso se encarga el diablo". Pág. 272-273.



En ese punto se mueven los personajes, y así nos lo cuenta Graziella Moreno. en un libro ameno, bien escrito, que avanza de forma ágil hasta unas escenas finales realmente trepidantes, y que se disfruta de principio a fin.



Historias duras que se ven en ocasiones suavizadas -más en la primera parte del libro que en el resto- con algunos toques de humor (las acertadísimas apariciones de Lupe, la curiosa anécdota del forense...), o con comentarios de temas tan actuales como la violencia de género, críticas a los recortes de todo tipo, al turismo desaforado que convierte las ciudades en decorados para visitas relámpago donde fotografiar sin apenas disfrutar de lo que se ve, incluso algún que otro guiño a la actualidad futbolística.



Un cadáver que se convertirá en dos. Un asesino no culpable, aunque ni mucho menos inocente. Todo en un policíaco muy bien resuelto. Una historia de policías mucho mejor escrita que muchas otras "historias de policías" leídas con anterioridad. 


¿Continuará la relación de Enda y Sofía? ¿Sabremos algo más del hombre de gris y Darya? En cualquier caso seguiremos leyendo a Graziella Moreno. No hay más preguntas, señoría.









miércoles, 31 de enero de 2018

Juegos infantiles




- Deja que me acerque. Desde aquí no veo nada.



Los niños estaban entretenidos. Les gustaba aquel lugar, estar allí jugando en la arena, observando aquellos animalitos tan pequeños. Seres diminutos en continuo movimiento, aparentemente tan frágiles e indefensos pero en realidad rápidos y trabajadores. Parecía que siempre tenían algo que hacer y actuaban como si su vida fuera, únicamente, moverse sin parar.



- Venga. Aparta un poquito. Jo, como eres el mayor...



- ¡Pero si hay sitio de sobra! Mira, mira como corren.



- Sí. Son muy rápidos. Para lo pequeñitos que son corren mucho.



Aquel era su lugar ideal. Pasaban mucho tiempo observando a las hormiguitas, admirados de la laboriosidad de aquellos bichitos tan ágiles.



- Fíjate. Ese transporta algo casi tan grande como él, y al lado hay otro que no hace nada.



- Sí que hace. Aunque no te lo parezca cada uno tiene su tarea. Se reparten el trabajo y colaboran entre ellos. Mientras unos transportan cosas, otros se encargan de la comida y los más rápidos vigilan para avisar si aparece algún peligro.



- ¿Llevar comida has dicho? ¿Y la reparten?



- Claro tonto, como hacen papá y mamá con nosotros. Alguien se tiene que encargar de llevar comida a las crías. Si no qué comerían?



- Hala. ¿Y también tienen casas?



- Pues claro. En algún sitio tienen que dormir. Descansar de su duro trabajo y protegerse de la lluvia y del frío.



- Pues yo no las veo.



- Sí. Mira. Esos agujeritos son las entradas.



- ¿En serio? ¿Y viven debajo de la tierra?



- No siempre. Unos viven en galerías excavadas bajo el suelo, pero otros prefieren vivir en estructuras más altas y así tener mejores vistas de todo el terreno.



- Y viven ahí, todos amontonados?



- No hombre. Viven en grupos pequeños, como en familias, pero rodeados de otros grupos parecidos. Juntos consiguen la fuerza y la seguridad que por ellos mismos no tienen.



- Ah. Eso sí que lo sé. Se llaman colmenas.



- No. ¡Qué dices! Las colmenas son donde viven las abejas. Es que no sabes nada. Además estos bichitos no vuelan. Bueno, alguno me parece que si.



- Hala. ¡Si hay de varios colores! Y unos son más grandes que otros.



- Pues claro. No iban a ser todos iguales. Unos son claros y otros más oscuros; hay bichitos chico y bichitos chica y además adultos y crías. Aunque las crías son más difíciles de ver porque suelen estar escondidas y pasan casi todo el tiempo durmiendo, como tú.



- No es verdad. Yo no soy ningún bebé. Yo soy casi mayor.



- Si, claro. Muy mayor. Jajaja



- Es que son tan pequeñitos… Si quisiera podría aplastarlos solo con un dedo.



- Anda, que no se te ocurre nada bueno.



- ¿Y si soplo? Ffff. Mira, mira. Salen volando.



- No seas malo, hombre. Ellos no te han hecho nada para que los trates así- dijo mientras le recriminaba su acción y alejaba a su hermano de un grupo de asustados animalitos que, pasado el vendaval, volvían a agruparse entorno al tronco que transportaban.









- Ares, Hefesto, ¿dónde estáis?



- Aquí, mamá. Jugando con los bichitos.



- Venga niños, ya vale por hoy. Manos limpias y a comer- dijo Hera cuando llegó donde estaban sus hijos. Y dejad de molestar a los pobres humanos. Que ellos solos ya se bastan para buscarse problemas.










jueves, 4 de enero de 2018

2017

Me preguntaba el otro día un amigo cuál había sido el mejor libro que había leído en el año, a la vez que me recriminaba, cariñosamente, por no haber publicado en este blog mi tradicional resumen de lecturas. Pues ahí va la respuesta, compañero.

Lo cierto es que han sido muchos libros leídos y la mayoría han quedado sin reseñar. No he comentado solo los que más me han gustado -aunque en algunos casos así ha sido- y en ocasiones he reseñado alguno que me dejó bastante frío (incluso que no me gustó nada). 

Pero hablar de mejor o peor... eso queda para los "entendidos". Yo me limito a dar mi opinión, que no es mejor que la de nadie, y a decir si me ha gustado o no, intentando siempre argumentar los motivos que me llevan a ello. Otra cosa es que lo consiga. En eso, como en todo, vosotros diréis.


Me gustaron especialmente "Las defensas", de Gabi Martínez (no os lo perdáis); "Cuervo Negro", de la polifacética y todoterreno Anabel Botella, "La verdad sobre el caso Harry Quebert", del aclamado Joel Dicker y "Hombres sin mujeres", de mi admirado Murakami.


Pero entre las lecturas del 2017 me apetece destacar, en primer lugar, "Inspector Solo", de David Jiménez "el Tito". Tras haber disfrutado con su primer libro tenía muchas ganas de continuar leyendo la historia de este genial policía, y he de decir que me gustó todavía más que el anterior. Por lo que cuenta y por cómo lo cuenta; por cómo se va desarrollando la historia; por cómo van evolucionando los personajes.. y por la ganas que tengo de que publique el tercer (y parece que último) libro de la saga. Lisón, Sola, Sasha... son ya como de la familia.


Otra de mis lecturas destacadas ha sido "Tres minutos de color", de Pere Cervantes. Es el primer libro que leo de este autor, pero seguro que leeré muchos más. Una historia policíaca que de pronto se convierte en otra cosa. La investigación policial deja paso a otra realidad, a otra forma de ver las cosas, que nos hace reflexionar atrapándonos en un mundo del que no podemos ni queremos salir aún mucho tiempo después de terminar el libro. Sobre todo Coque Brox, pero también Palma, Oliver, Nadia...


Y por último no podría dejar de hablar de "Sucios y malvados", otro puñetazo en la boca del estómago que nos propina Juanjo Braulio, imaginador, creador y contador de los crímenes más alucinantes y de las realidades más cercanas y (tal vez por ello) más terribles. Dani, Roma (por partida doble), les dones de cadira...


Pues ya está. Ni están por orden ni lo he pretendido. Estos son los tres libros que más me han gustado. Distintos pero con puntos en común. Oscuros pero llenos de matices. Tres libros estupendos. Tres autores -curiosamente los tres "mediterráneos"- que sin necesidad de desarrollar sus tramas en lugares sombríos azotados por una lluvia pertinaz y envueltos en una constante niebla azulada huyen de los estereotipos que tanto abundan en este tipo de literatura demostrando que se puede (y se agradece que así sea) hacer buena literatura saliendo de lo establecido y desmarcándose de superventas y demás premios "planetarios". Pero ese es otro cantar.



Y un clásico para concluir. Si este particular podium en mi opinión está formado por historias sumamente recomendables terminaré con algo escrito hace ya más de un siglo pero que continúa siendo sencillamente imprescindible. Si queréis ir al origen, al "inventor" de todo esto del que, consciente o inconscientemente, hemos aprendido lo poco o mucho que sabemos; a un narrador espectacular, dominador del ritmo y de las descripciones, de los ambientes y de los personajes, escritor de novela negra mucho antes de que se acuñara el término, precursor de las historias del Lejano Oeste pero ambientadas en el Cercano Este... "La Barraca", de don Vicente Blasco-Ibáñez. Palabras mayores.








martes, 14 de noviembre de 2017

Casualidades



Ayer fue 13 de noviembre. Aparentemente una fecha más en el calendario. El día en el que parece que por fin dejamos atrás las temperaturas anormalmente altas de este verano que se resiste a abandonarnos y comenzaron los fríos más propios del otoño-invierno. Pero también un día que desde hace años y por diferentes motivos está marcado en negro en muchos calendarios.


Un 13 de noviembre, de 1992, en Madrid fue asesinada Lucrecia Pérez, una inmigrante dominicana que se convirtió en la primera víctima mortal del racismo y la xenofobia reconocida como tal en España.

Ese mismo día (13 de noviembre de 1992) fueron secuestradas, violadas, torturadas y brutalmente asesinadas las tristemente recordadas niñas de Alcàsser.

Otro 13 de noviembre, este caso de 2002, el petrolero Prestige zozobró frente a las costas de Galicia. Su errática travesía duró casi una semana, hasta que el día 19 se partió en dos, derramando miles de toneladas de fuel en las aguas y las playas gallegas (pese a ser apenas “unos hilitosh de plashtelina”). Curiosamente ese mismo día pero del año 2013 resultaron absueltos los tres únicos acusados por la catástrofe.

Más recientemente, el 13 de noviembre de 2015, tuvieron lugar una serie de atentados terroristas en la ciudad de París, que produjeron más de un centenar de víctimas mortales. Restaurantes, terrazas y la sala Bataclan fueron los escenarios.


Casualidades del destino, ayer 13 de noviembre, fue el día elegido para hacer pública la candidatura que encabezará el fugado ex presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, en las elecciones autonómicas del próximo día 21 de diciembre.

Mira que hay días en el calendario. Pues no. Tuvo que ser ayer, precisamente ayer, cuando nos enteramos. Junts per Catalunya parece que será en esta ocasión el nombre del engendro. Como si el resto de candidaturas se presentaran por Laponia, el Tibet o la república independiente de Ikea.

Acostumbrados como están a cambiar de nombre y de siglas en cada cita electoral (para ver si con ello consiguen que nos olvidemos de lo anterior y tapar “lo” de Pujol, Mas, tres por ciento, Palau… y demás zarandajas sin importancia) en esta ocasión tampoco se han atrevido a definirse como independentistas (ni tan siquiera como republicanos).


En esa parte del tablero ERC (ya veremos con que cabeza de cartel) son los únicos que se mantienen firmes en su ideología y su propósito. Estemos de acuerdo o no, al menos hay que reconocerles su coherencia.

Y los de la CUP al final han decidido que mejor ir ese día a votar que marcharse de comilona (por cierto, qué manía con la paella. Por qué no proponían hacer ese día una calçotada general? Más catalán sería, digo yo).



Pues nada. Que Pugi y los suyos (entre fugados, encarcelados y unos cuantos más) conformarán la lista “por Cataluña”. Ellos son los únicos merecedores de tal honor. Pero manteniendo la ambigüedad. Dando, como es habitual en ellos, una pasito p’alante y dos para atrás. El quiero y no puedo. El declaro pero suspendo. El me salto las leyes y juego a aprobar otras. El reniego del Tribunal Constitucional, pero luego le pido amparo cuando empiezan a temblar las piernas ante lo que se viene encima.



No sé si todo esto parecerá suficiente. A mi al menos si me lo parece. Por todo lo anterior creo firmemente que hay días que no deberían existir -o que nunca deberían haber existido-, y el 13 de noviembre es, sin duda, uno de ellos. ¡Eliminémoslo del calendario! Aunque quizá sea mejor mantenerlo, pero remarcándolo más si cabe, para no olvidar nunca todo lo que en ellos ocurrió.


Por cierto, que otro 13 de noviembre (en este caso del año 2010) falleció el director de cine Luis García-Berlanga. Otra coincidencia más. Con su arte y su particular sentido del humor ¡qué película habría hecho con todo esto del “prusés”!



viernes, 10 de noviembre de 2017

"Cuervo negro"

Autora: Anabel Botella



Novela negra.   
Ediciones Babylon
1ª edición: marzo de 2017
484 páginas.





BIOGRAFÍA

Nacida en Cartagena (aunque ella se considera "aguileña") en 1970, Anabel Botella Soler es una polifacética autora cuya actividad profesional siempre ha girado alrededor de la literatura. Escritora de cuentos dramatizados, actriz de obras de teatro infantil, administradora del blog laventanadeloslibros.blogspot.com donde también publica sus reseñas,  y escritora fundamentalmente hasta ahora de obras de literatura juvenil y romántica.

Entre sus obras anteriores destacan "Ángeles desterrados" (2011), "Ojos azules sobre Kabul" (2012), "Como desees" (2013), "Dead 7" (2014), "Fidelity" (2013) y la más reciente "Dos instantes" (2017).






"Cuervo Negro" supone un cambio en su carrera, con una incursión en un género (el negro) que demuestra también dominar a la perfección.




SINOPSIS

El "secuestrador de la vela" tiene en vilo a la ciudad de Valencia. 

Gabriel, tras la desaparición de la mejor amiga de su hermana, comienza a sospechar quién se encuentra detrás de estos crímenes, puesto que su familia guarda oscuros secretos y nada podrá impedir que acudan al reclamo de la sangre...

Con Cuerpo Negro, la prestigiosa autora Anabel Botella se adentra en el thriller a través de una historia que remueve conciencias y muestra el lado más sombrío de las relaciones humanas.


COMENTARIO


A menudo tras la lectura de un libro, y si nos ha gustado con mayor motivo, solemos guardar en la memoria algún personaje que por sus características o su construcción hemos destacado del resto. Otras veces es la propia historia, ya sea por su originalidad, por el ritmo con el que se desarrolla, por sus giros argumentales, por el tema que trata, por la profundidad de sus reflexiones... la que queda en nuestra memoria. Y otras veces no es nada de eso -o todo ello a la vez- lo que recordamos, tiempo después, al evocar lo que más nos gustó de aquella lectura.


En esta ocasión Anabel Botella nos lleva de la mano en una historia de violencia, de maldad extrema, de falsas apariencias y verdades nunca bien escondidas, donde por encima de todas estas circunstancias es el ambiente el que supera y atrapa tanto a los personajes como a la propia acción.

Una historia que supera con creces el viejo dicho de que los trapos sucios se deben de lavar en casa, en la intimidad familiar, y en la que comprobaremos cómo se intentan ocultar.

Las falsas apariencias, el disimulo, la negación de todo lo que se separe de lo moralmente aceptable. Todo tapado, negado, oscurecido en un ambiente de rezos y velas; envuelto en un hedor de suciedad acumulada pretendidamente enmascarado con perfumes caros que al mezclarse producen una combinación todavía más repugnante e insoportable.


Madonna de Ognissanti, de Giotto


Domina Anabel Botella la descripción de personajes (y en esta historia aparecen una buena cantidad) sin apenas contarnos cómo son, haciendo que sean sus propios actos, sus omisiones y sus silencios los que hablen por ellos. Así vamos conociendo la historia de una familia (los Cuervo del Valle) que conforma un verdadero catálogo de maldad, de delitos y de perversiones, todos ellos enmarcados en un ambiente opresivo, represivo y claustrofóbico. 

"No puedo ayudar a quien no desea ser salvado. El mundo es muy grande y yo ni siquiera soy un héroe". Pág. 177.



Y es que TODOS tienen algo que esconder en esta historia. En mayor o menor medida (por acción o por omisión), maldad, venganza y crimen van jalonando la trama, culminando en algunas escenas memorables, auténticamente terroríficas y tremendamente visuales que por si solas ya justificarían la lectura del libro. 

No desvelaré nada más de la trama. Tan solo unas palabras a modo de resumen y que darán pistas a sus futuros lectores. Atentos a ciertos "aspersores", al uso de algunas "herramientas" o a determinado "montón de estiércol". Tres imágenes, entre otras tantas, que permanecen en la memoria tiempo después de haberlas leído.




Podríamos hablar ahora del tono del libro; de la permanente atmósfera opresiva; de los dos narradores en primera persona que van alternándose; de un personaje ausente que está más presente que muchos otros; de la tacañería de las élites económicas; de la excesiva amabilidad que provoca grima en quien la presencia; de la verosimilitud de la historia, más que lograda en esta historia... Podríamos pero no lo haremos. Descubridlo por vosotros mismos.


Leed Cuervo Negro. Merece mucho la pena. 
Un libro duro, como nos gustan. Y negro, como ya se adelanta en el propio título. ¡Enhorabuena, Anabel!